En 2024, Colombia ha avanzado significativamente en la implementación de bonos de carbono como parte de su estrategia para combatir el cambio climático y promover la sostenibilidad. Estos bonos representan una herramienta clave para financiar proyectos que reducen las emisiones de gases de efecto invernadero y contribuyen a la conservación ambiental.
A través de la canasta energética, que incluye una combinación de fuentes renovables y no renovables, el país busca diversificar su matriz energética, integrando energías limpias y reduciendo la dependencia de combustibles fósiles.
La combinación de bonos de carbono y una canasta energética equilibrada permite a Colombia avanzar hacia un futuro más sostenible, cumpliendo con los objetivos climáticos internacionales y fomentando el desarrollo económico verde.